En el mundo 2.0 primero el cliente y luego el producto

Todo producto o servicio triunfa porque da respuesta a una necesidad social. Antes de la eclosión de las nuevas tecnologías las empresas se gastaban importante cantidades de dinero en estudios y análisis que les ayudaban a saber qué buscaban los consumidores. Ahora gracias a los social media este proceso no requiere de grandes inversiones sino que depende de la capacidad de escuchar de las marcas.

 
No obstante, algunas compañías aún se empeñan en lanzar nuevas propuestas al mercado sin tener en cuenta si el cliente las necesita. Una actitud que suele acabar con un producto que pasará sin pena ni gloria por la vida de los consumidores. Porque ante todo las marcas tienen que preocuparse por descubrir qué demanda el mercado.

 
Los usuarios responden
A través de las redes sociales las marcas pueden testear y validar sus ideas respecto a mejorar un producto o lanzar una línea nueva. A los usuarios les encanta opinar y más cuándo sienten que sus reflexiones van a ser escuchadas.

 
Actualmente son muchas las propuestas que se han quedado en el territorio digital. Algo que está ahorrando muchos costes, trabajo y desilusiones a las empresas. Además el hecho de preguntar a los consumidores y de tener en cuenta sus opiniones logra la magia de la fidelización, ya que si un cliente se siente cuidado por una marca no la abandonará, sino que la recomendará y defenderá.

 
No sin una estrategia
Las redes sociales se han convertido en un canal para unir marcas y consumidores pero gestionar esta vía requiere de una planificación previa. En social media es mejor evitar las improvisaciones.

 
Las agencias de comunicación explican que antes de poner en marcha cualquier acción online es importante trazar una estrategia de comunicación de forma global. No hay que poner fronteras al territorio on y offline, son un mismo camino que deben perseguir los mismos objetivos y complementarse. Olvidémonos de diseñar acciones separadas para aparecer en los medios de comunicación o sumar seguidores en Facebook. La comunicación es un todo.

 
Hay que tener en cuenta que una falta de estrategia puede acabar afectando a la imagen de marca, por lo tanto repercutirá en su relación con los consumidores, proveedores y trabajadores.

 
Ilusión
Algunas empresas pecan de excesivo entusiasmo a la hora de querer estrenarse en el mundo de los social media. Esta ilusión les puede llevar a precipitarse y creer que es un terreno que no requiere de grandes conocimientos y que cualquiera puede gestionar. Primer error.

 
Luego está el caso de querer estar en las redes sociales a cualquier precio, sin tener en cuenta si el modelo de negocio lo exige o no y sin analizar en cuáles interesa tener perfiles activos. Una postura que refleja más un desconocimiento del canal digital que una falta de estrategia.

 
Ante esto lo mejor es asesorarse y formarse, porque es muy fácil comer errores en el mundo digital pero muy difícil y costoso solucionarlos.