El abdomen en la mujer antes y después del embarazo
por Redacción
en Comunicados de Prensa
Diástasis, el gran enemigo del vientre plano
Madrid, marzo de 2015.- Comienza el buen tiempo y pensamos en playas y piscina pero al acordarnos del bikini nos miramos la tripa y dudamos si la podremos enseñar ya que tras el parto no hemos podido recuperar el ansiado vientre plano. Con dieta sana y ejercicio hemos recuperado el peso, sin embargo, no somos capaces de acabar con la ‘barriguita’. Esa ‘curva de la felicidad’ se llama diástasis y la solución es ejercicio con un fisioterapeuta que te ayude a volver a unir los rectos abdominales que se te desprendieron durante la gestación.
No importa la edad o si tienes una vida sedentaria o eres deportista, la diástasis afecta a todas las embarazadas. “Los rectos del abdomen dan estabilidad a la columna durante el embarazo pero también es en estos momentos cuando se ven más afectados debido al crecimiento del bebé ya que lo presionan y ejercen fuerza sobre la línea alba provocando su rotura. Tras el parto, con unos simples ejercicios se puede reparar el daño causado. Dependiendo de la persona, esa recuperación será más rápida o más lenta pero la gran mayoría lo consigue en 6 semanas”, explica Rafael Vicetto, fundador de StopDiastasis.com.
El parto supone un gran esfuerzo físico para la mujer, preparar los músculos que actuarán en ese momento es fundamental. Muchas embarazadas dejan de hacer ejercicio físico por desconocimiento y pierden el control de la musculatura, lo que conlleva un mayor esfuerzo al dar a luz y una recuperación más lenta en el postparto. No obstante, todas las mamás pueden recuperar su vientre plano con el ejercicio adecuado.
El aumento del volumen del abdomen es solo un síntoma de esta separación muscular. Las mujeres afectadas también sufren molestias en la espalda y zona lumbar, debilidad de suelo pélvico, pérdidas de orina, digestiones pesadas y gases. Síntomas que desaparecerán con la corrección de esta lesión.
“En muchas ocasiones hay mujeres que llevan sufriendo la diástasis años, incluso han tenido varios embarazos que lo único que han hecho es agravarla. Ellas también pueden recuperar su vientre plano y corregir la diástasis para dejar de sufrir sus consecuencias”, dice Vicetto.
La manera más sencilla de saber si sufrimos diástasis es con la siguiente prueba: Tumbada boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies en el suelo, situamos la mano plana en el ombligo y levantamos ligeramente la cabeza. Si existe un espacio y los dedos se hunden indica que tenemos una rotura de la línea alba y, por tanto, diástasis.
En este video se comprueba de forma sencilla: www. http://stopdiastasis.com/que-es-la-diastasis
Si fuera así lo mejor es acudir a un fisioterapeuta profesional con experiencia en este campo, que nos informará de lo que no debemos de hacer y de cómo mejorar. Pues muchas de las costumbres más populares para conseguir un vientre plano la agravan, por ejemplo, las clásicas abdominales.