Las redes sociales transforman el perfil del viajero
por Redacción
en Actualidad
El sector del turismo ha sido uno de los más afectados por la influencia de las plataformas sociales. El viajero posee un gran poder de prescriptor y eso ha llevado a agencias de turismo, hoteles, tour operadores, etc. a trabajar sus estrategias de comunicación digital para atraer y fidelizar a estos perfiles.
Internet ha ampliado la oferta y ha provocado que la competencia sea más feroz, eso lo sabe el turista 2.0 y por ello se ha convertido en un ser más exigente, que demanda más servicios a un menor precio. Los nuevos patrones de consumo también nos dibujan un viajero que compra desde cualquier lugar y a través de diferentes dispositivos y en el que las recomendaciones de terceros tienen mucha influencia. Se trata del conocido travel engagement, que no es otro que la generación de hábitos o tendencias a partir de las opiniones o experiencias que amigos y familiares han plasmado en las redes.
Más singles y familias monoparentales
Los turistas del siglo XXI no son exclusivamente familias formadas por un padre, una madre y los hijos. Ahora existe una amplía pluralidad de perfiles que van desde los millennials, a los abuelos que viajan con sus nietos, pasando por familias monoparentales y singles. Además cada vez hay más expertos viajeros, por lo que el nivel de exigencia aumenta y no sólo en lo referente al precio, sino al tipo de experiencia que se espera tener.
En este sentido el neuromarketing se está convirtiendo en una ciencia a tener muy en cuenta por los departamentos de comunicación y marketing. Ya no basta con ofrecer el mejor hotel, el turista busca un grado más, quiere un viaje que le enriquezca, que le aporte más que comodidades, en definitiva quiere una oferta personalizada. Y es en este sentido dónde las marcas deben esforzarse por crear mensajes en los que el usuario pueda verse identificado, se sienta valorado y escuchado.
Para las empresas el poder conocer lo qué quieren buscan, desean, odian o persiguen sus futuros compradores es el mayor regalo que pueden tener. Sólo conociendo estos parámetros las compañías pueden personalizar ofertas lanzar promociones y acercarse a sus clientes objetivo. Algo que gracias al Big Data y a las redes sociales consiguen sin esfuerzo y sin tener que hacer una gran inversión al respecto.
Ante este escenario las agencias de comunicación han visto cómo la industria del turismo ha ampliado el presupuesto destinado a social media, con el objetivo de cuidar su reputación online y de crear nuevos canales de comunicación que les permitan ampliar su círculo de potenciales consumidores.