¿Cómo se hace un libro digital interactivo?

El libro digital supera por primera vez en la historia a los libros de bolsillo según la Federación del Gremio de Editores de España

 

elegidaMadrid, 11 de julio de 2015.- El libro digital ha aumentado sus ventas hasta alcanzar los 110 millones de euros,  un 37% más que el año anterior, superando por primera vez en la historia la ventas de libros de bolsillo, según los resultados del sector editorial del 2014 publicados por la Federación del Gremio de Editores de España (FGEE). “Con estos resultados, la industria editorial no puede seguir ignorando el potencial de crecimiento que ofrece el entorno digital para los libros si quiere salir del periodo de crisis en el que se ve inmerso actualmente”, asegura Raúl Molero, CEO de Legendary Cauldron.

Un e-book no es solo una versión informática de un libro de papel, sino que ofrece posibilidades de enriquecer la experiencia de lectura con funcionalidades que solo  las capacidades tecnológicas de dispositivos como los smartphones o las tablets ponen a disposición del lector. Un ejemplo sería Storyrider, una app disponible para iPad que ofrece libros de decisiones infantiles y juveniles. Sus libros, agrupados en tres sagas diferentes, tienen la peculiaridad de permitir al lector elegir hacia dónde va la historia, tomando decisiones que le hacen participar de una forma más activa en el proceso de lectura.

“Es como si el libro lo fuera escribiendo el propio lector, dando forma no solo a la trama, sino a otros elementos de la aplicación, como el mapa donde van apareciendo los dibujos de los lugares que va descubriendo y las decisiones más importantes que va tomando” señala Nick Morell, uno de los escritores de Legendary Cauldron. “Eso añade una dificultad a la composición de las historias, ya que en realidad supone escribir varios libros en uno. Pero a la vez tiene que haber una gran coherencia entre los distintos caminos, ya que se trata de sagas que tienen continuidad de libro en libro. Es un proceso complicado pero muy satisfactorio una vez que ves que las piezas encajan”, añade.

arcannia 2También el apartado gráfico este tipo de aplicaciones-libro han supuesto un desafío. “Crear las ilustraciones de un libro y que llame la atención a su público es realmente un reto en la realidad sobresaturada de imágenes en la que vivimos, especialmente en el sector digital. Es por ello que en Storyrider prestamos mucha atención a la parte visual del proyecto, buscando entornos y personajes ilustrados muy diferentes según las decisiones que escoja el lector y alentando con ello a la búsqueda de todos los dibujos que conforman la aventura. Otro factor primordial es la integración entre texto e imagen para que el lector disfrute visualmente del libro pero sin estorbarle en la comprensión de su lectura”, indica Esther Morales, artista autora de las ilustraciones de una de las series, Héroes de Arcannia, así como de la parte gráfica de la identidad corporativa de la empresa Legendary Cauldron.

Otra de las aportaciones que un entorno digital permite añadir es la música y los efectos de sonido. “En Storyrider hay tres series de libros, cada uno con su género literario diferente de los demás. Eso supuso todo un reto a la hora de pensar en una composición que pudiera encajar con esa variedad. Al final opté por una melodía de tono aventurero, que al fin y al cabo es el nexo de unión entre las historias”, comenta David Bergés, autor de la sintonía de la app.

Y para encajar todos los distintos elementos que componen la app, fue necesario diseñar un interfaz de uso que fuera atractivo y muy intuitivo. “El corazón de la aplicación son los libros, por lo cual para nosotros era esencial facilitar el acceso a ellos a través de una navegación lo más sencilla posible, pero que al mismo tiempo tuviera algún elemento adicional de interactividad que hiciera más rica la experiencia literaria. Y que visualmente fuera llamativo, no solo funcional” explica Pablo Fraile, el jefe de diseño de Storyrider.

Parece claro que si se quiere dar un impulso al libro digital, es necesario que aporten algo más que el soporte tradicional, aprovechando al máximo las posibilidades que las nuevas tecnologías permiten aplicar, pero sin perder de vista ni robar protagonismo con ello a lo esencial: las historias y sus personajes.

 

 

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