Orientaciones del marketing, ¿qué dirección tomar? (II)

 

marketing-strategies-426545_640El marketing ha evolucionado rápidamente, a la cabeza de la mayoría de ámbitos empresariales, cambiando no solo algunas normas sino todo el juego. Las orientaciones clásicas se han mezclado en muchos casos dando lugar a una especie de versión 2.0 que podríamos llamar neoclásicas.

El verdadero cambio podríamos decir que llega de la mano las orientaciones alternativas:

  • Marketing social u orientación a la responsabilidad social: El término fue escrito por primera vez en 1971 refiriéndose al uso de los principios y técnicas del marketing para hacer progresar una idea o una conducta social. Pero hoy en día se entiende mejor si hablamos de una diferenciación útil que supone apoyar de manera visible una causa relevante para el público objetivo.
  • Marketing relacional: Orientación del marketing basada en establecer, mantener y consolidar las relaciones con los clientes. El centro de la estrategia son los clientes, desde una primera llamada de atención, hasta conseguir su fidelidad a través de construir una relación duradera con ellos.
  • Marketing holístico: la teórica hablaría de la integración de las áreas de exploración, creación y entrega del valor que realiza una empresa mediante la gestión de las relaciones con todos sus grupos de interés. Esto significa, trabajar con «el valor» en cuanto a la relación con los clientes, la competencia y a la red de colaboradores.
  • Dayketing: Se basa en un marketing que nos hace calendarizar las diferentes épocas del año en que podemos apoyar nuestras promociones en la festividad o tradición de una cultura determinada y sacar el mayor provecho de la misma para anunciar y vender nuestros servicios y/o productos.
  • Warketing: Una orientación que va mucho más allá de la unión de los conceptos “War” y “Marketing”. Se trata de poner sobre el terreno de verdad la táctica y la estrategia y es que la improvisación esta aún a la orden del día incluso en algunas grandísimas multinacionales.

Las orientaciones alternativas no son necesariamente mejores que las clásicas o las neoclásicas, son simplemente diferentes y a veces eso supone una ventaja competitiva. No obstante existen multitud de tipos de empresa con formas de trabajar y objetivos que pueden ajustarse de mejor manera a una orientación clásica más que a una más novedosa que no encaja en sus procesos. ¿De qué depende en última instancia? Del la estructura de la empresa y del mercado. ¿Mi opinión personal? No siempre lo nuevo es mejor, pero lo clásico no ofrece nada nuevo.

 

Autor: Pedro Jiménez Domínguez
@PJimenezD
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