Aprende a desenvolverte en el nuevo entorno comunicativo
Con la revolución tecnológica parece que hemos dado pasos de gigante y que todo ha cambiado radicalmente, pero si nos ponemos a escarbar nos damos cuenta de que al hablar de comunicación las bases son las mismas. Hay otros roles y nuevos canales pero la esencia no ha variado con la digitalización. Por eso en Agenciasdecomunicacion.org hemos querido repasar aquellos puntos que a primera vista nos parecían muy distantes, pero que al acercar la lupa nos hemos dado cuenta de que la diferencia es superficial.
Por ejemplo, empecemos hablando del objetivo de la comunicación corporativa. Este sigue siendo el mismo: atraer al público hacia la marca. Sin embargo las estrategias para conseguirlo sí que han cambiado y se han multiplicado. Si antes nos limitábamos a la publicidad y a la prensa, ahora tenemos las redes sociales, los blogs, el emailing, las newsletters, los vídeos, los medios de comunicación online, etc. Ya no hay un sólo camino, ni tenemos porqué optar por uno, sino que debemos aprovecharnos de la multiplicidad de plataformas para adaptar nuestros mensajes a ellas y sacar el máximo beneficio. Ahora podemos atacar a nuestro target desde diferentes ángulos y aumentar así nuestras posibilidades de éxito.
Y en este escenario los protagonistas siguen siendo las marcas y los consumidores pero ahora con un rol mucho más equitativo y activo. Se acabó la unidireccionalidad y la imposibilidad de que el usuario pueda opinar, ahora las marcas no sólo están dispuestas a escuchar sino que han basado en esta acción sus estrategias de comunicación y marketing, ya que son conscientes de que gracias a las recomendaciones de sus clientes pueden mejorar sus productos y además estrechar lazos hasta fidelizarlos.
La comunicación ha dejado de entenderse dentro del contexto offline para optar por un entorno 360º y crear una estrategia global, lo que ha llevado a las empresas a unificar sus departamentos y a entender que todo lo que dice la marca, pero también lo que no dice, la define y que no podemos adoptar roles o lanzar mensajes diferentes en función de las plataformas que utilicemos. El lenguaje puede ser diferente, sí, pero la base la misma porque si no es cuándo el usuario se confunde y aleja de la marca.
Y hablando del usuario no podemos olvidar que ha conseguido dejar su pasividad gracias a los dispositivos móviles, que le permiten conectarse a cualquier hora del día y desde cualquier lugar, acercando la información a su mano en tiempo récord. Una característica que obliga a las marcas a ser más creativas, a luchar por destacar y a apoyarse de infografías, imágenes y vídeos para hacer más atractivas y digestivas sus comunicaciones.
Unos cambios que la empresas deben hacer sin perder de vista su ADN, es decir deben seguir defendiendo su experiencia y seguir haciendo lo que mejor se le da, a la vez que aprenden a comunicarlo a través de los nuevos canales que van apareciendo. En resumen se trata de evolucionar sin romper con nuestro pasado, un camino que a muchos les asusta pero que si echamos la vista atrás nos encontraremos con miles de ejemplos en las historia como la revolución industrial, la llegada de la televisión, etc. en los que las empresas han tenido que seguir avanzando y no por ello han perdido la batalla.