¿Debe una empresa cambiar su estrategia de comunicación si comienza a trabajar con una nueva agencia?
Con la mirada puesta en la Campaña de Navidad, muchas empresas eligen octubre como momento del año para dar un impulso a sus acciones comunicativas y comenzar a trabajar con una nueva agencia de comunicación. Desde el portal Agenciasdecomunicacion.org hemos detectado que un error muy común es cambiar la estrategia aprovechando la llegada del nuevo equipo, un hecho que los profesionales del sector dicen que no es siempre del todo necesario.
“Los motivos que pueden llevar a una empresa a cambiar su agencia de comunicación son muchos y no tienen por qué tener que ver directamente con la línea de comunicación llevada hasta el momento. Por ello, de entrada diría que no hay por qué modificar forzosamente la estrategia por el hecho de haber comenzado a trabajar con una nueva agencia. Lo que sí recomendaríamos es analizar en profundidad dicha línea tanto para identificar y si es posible potenciar los aspectos positivos que pueda tener, como para detectar posibles fallos y corregirlos”, asegura Ana Isabel Serrano, ejecutiva de cuentas de fa Comunicación.
Según Inés Cegarra, directora creativa de DosyMedia, “la empresa no debe cambiar su línea de comunicación si tiene clara la estrategia y la dirección del mensaje que desea transmitir, pero muchas veces no es así. Por este motivo, cuando una empresa contrata a una nueva agencia de comunicación, es ésta quién les ayuda a definir el mensaje y los objetivos”. Desde Conversion Makers, Nuria Echeberría afirma que “en principio no debería ser necesario cambiar la estrategia. Lo que siempre hay que vigilar es que los mensajes acierten a transmitir de forma eficaz la propuesta de valor de la empresa a la audiencia objetiva”.
“Cualquier agencia que toma el relevo en la estrategia de comunicación de una organización debe hacer primero un trabajo de aterrizaje en esa compañía y una auditoría del trabajo hecho en el ámbito del marketing y la comunicación. A partir de ahí, la empresa debe orientarnos sobre las intenciones del nuevo encargo y la sustitución del anterior proveedor. Una vez analizado el contexto en su totalidad, es el momento de que la agencia conjugue todos estos indicadores con su manera propia de trabajar, su metodología, las fortalezas propias, las habilidades del equipo y todos aquellos elementos que configuren su valor añadido”, explica Xevi Montoya, socio director de Playbrand.
Por su parte, María Paulina Rodríguez, responsable de proyectos de StartIdea, defiende que «si el cliente está satisfecho con la línea de comunicación que tenían anteriormente, puede mantenerla. Pero una nueva agencia es una puerta llena de nuevas alternativas. Si quiere resultados distintos, que aprovechen las ideas frescas y las opiniones de la nueva agencia».
Desde nuestro punto de vista, hay que analizar y ver los motivos de cada empresa pero siempre si se opta por un cambio de estrategia hay que hacerlo de una forma gradual, pensada y pausada porque el cliente final debe notar la mejoría pero no el cambio de profesionales.