La copa menstrual, más económica, sostenible y saludable que tampones y compresas
- Al año, una mujer gasta una media de 45€ en productos de higiene íntima y se tiran alrededor de 94.500.000.000 de tampones y compresas
- La copa menstrual es un producto alternativo poco conocido pero más saludable ya que desaparecen riesgos como el SST
- En el mercado podemos encontrar fabricantes españoles como Femintimate que ofrece su copa Éve
Barcelona, 20 de Noviembre de 2016.- El debate del IVA de los productos de higiene íntima femenina ha vuelto al Congreso. Actualmente gastamos al año en compresas y tampones una media de 45€ por mujer, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). En el mercado existen otras alternativas menos populares pero más económicas y sostenibles pues cada año se tiran alrededor de 94.500.000.000 de tampones y compresas en todo el mundo.
Uno de esos sistemas poco conocidos es la copa menstrual, un recipiente que se inserta en la vagina durante la menstruación para depositar el flujo. Esta alternativa es más ecológica, permite su reutilización durante unos 10 años y se puede usar en cualquier situación, también para ir a la playa, la piscina o hacer deporte. Además, no genera riesgos para la salud pues productos como los tampones y las compresas pueden dar lugar a enfermedades como la candidiasis, la cistitis, hongos o el Síndrome del Shock Tóximo (SST) que puede provocar graves problemas e incluso la muerte.
Las marcas y fabricantes de estos productos tampoco son tan populares, uno de ellos 100% español es Femintimate, empresa especializada en productos para el cuidado de la salud íntima femenina. Su copa menstrual se llama Éve y está hecha con silicona hipoalergénica Platinum, para que sea fácil de limpiar y ayude a prevenir posibles infecciones y sequedad.
Uso de la copa menstrual
El uso de la copa menstrual es sencillo, normalmente el fabricante ofrece distintas recomendaciones. En el caso de Éve explican 3 posibles maneras de introducirla: doblando la copa en forma de V, enrollándola como si fuera un tampón o doblándola en forma de C. Una vez insertada la copa se abre completamente hasta conseguir su sellado a las paredes vaginales. Para extraerla se debe apretar levemente la copa con el dedo hasta romper el vacío provocado por el sellado a las paredes vaginales y tirar suavemente del tallo que tiene en el extremo inferior.
Siempre hay que lavarse las manos antes de manipular, introducir o extraer la copa menstrual. Para su limpieza basta con lavarla con agua tibia o un poco de jabón neutro. Para una esterilización, bastaría con introducirla en agua hirviendo durante 5 ó 10 minutos después de cada ciclo menstrual.
El mercado ofrece distintas tallas del producto. Por ejemplo, la copa Éve cuenta con la pequeña S y la grande L. Los factores a considerar para seleccionar la talla adecuada son la anatomía del canal vaginal, si se ha tendido un parto vaginal, la tonicidad de los músculos del suelo pélvico y la cantidad de flujo menstrual.