La importancia de la comunicación a la hora de  montar una franquicia

 

A la hora de poner en marcha un nuevo negocio es imprescindible tener claro qué imagen se quiere dar, qué canales vamos a utilizar para llegar a nuestros clientes, en qué momentos nos interesa ser noticia en los medios de comunicación, etc. Todo esto requiere contar con una estrategia de comunicación, independientemente que seamos una startup, una multinacional, acabemos de nacer o seamos una empresa consolidada. Porque la imagen y la credibilidad lo son todo para vender, evidentemente siempre partiendo de que se cuenta con un producto o servicio novedoso, de calidad y competitivo.

¿Pero qué pasa si lo que queremos es montar una franquicia? No es lo mismo idear un negocio conocido como «de barrio» que tener unas expectativas de crecimiento que crucen fronteras, sean locales o nacionales. Para ello es imprescindible que se tengan en cuenta una serie de parámetros que nos faciliten el camino del éxito.

Por ejemplo, el naming. Un mismo nombre puede encajar muy bien en una determinada cultura pero puede chocar y chirriar, incluso ser despreciado en otra, por lo que si se tiene vocación internacional es conveniente pensar bien las diferentes opciones antes del “bautizo”.

Lo bueno de las franquicias es que se adaptan a cualquier tipo de actividad empresarial: restauración, moda, automóviles, seguros, alimentación, etc. Pero para que la marca sobreviva y tenga éxito hay que contar con una guía de estilo, puesto que todos los negocios englobados bajo el mismo paraguas deben contar con la misma estética, tratar igual a los clientes, ofrecer los mismos servicios/productos. Si esto no ocurre lo que pasará es que el cliente no acabará de identificar a la marca, se sentirá confuso respecto a ello y le generara desconfiara y como resultado no se logrará la ansiada fidelización.

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Todos las personas que formen parte de una franquicia deben recibir una formación que les haga sumergirse en la filosofía y valores de la marca. Todos deben entender sus puntos fuertes, conocer los débiles y transmitir los mismos mensajes. En este sentido, es my importante que los «padres» de la franquicia mantengan un contacto regular y continuado con todos sus franquiciados, ya que a ellos también tienen que fidelizarlos y cuidarlos. De ahí la importancia de contar con un equipo de comunicación que trabaje y potencie las relaciones internas.

Respecto a los social media es conveniente que estén centralizadas. El acudir a un buscador y encontrarse 20 perfiles activos de la misma marca, porque cada local tiene el suyo propio,  despista y entorpece más que ayuda.  En el terreno digital no valen las improvisaciones, hace falta una hoja de ruta y que todo el mundo la siga. Si duplicamos perfiles es muy complicado controlar todo lo qué se dice de la marca, gestionar problemas y darles solución.

Con el nuevo año todos hemos hecho una de esas famosas listas de deseos y propósitos y sin duda para que un negocio de franquicias funcione debe situar en los primeros puestos de esa enumeración el cuidar su comunicación, contando con un buen plan de comunicación y rodearse de profesionales que le aconsejen y la implementen con éxito. En los negocios siempre sale mejor aquello que se planea, medita y se basa en una estrategia, que lo que surge como fruto de la improvisación, la suerte o el azar.

 

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