Coaching, el poder de la comunicación
Como siempre, en España vamos cogiendo palabras del inglés para definir nuevas disciplinas que van apareciendo y el coaching no es una excepción. Y es que esta palabra deriva de coach, que en sus orígenes hacía referencia a los coches de caballos.
Hoy en día, se utiliza para definir a aquel instrumento que se utiliza para transportar a una persona del lugar donde está al que quiere llegar, lo que se aplica al mundo de la comunicación, ya que el coaching sirve para ayudarnos a definir lo que somos y, sobre todo, lo que queremos ser.
Un ejemplo concreto sería la publicidad: esta analiza a los individuos de la sociedad para detectar cuáles son nuestras necesidades y nos ofrece productos o servicios para enseñarnos lo que podemos llegar a ser. Por tanto, el coaching se convierte en una gran herramienta de comunicación para conseguir que las personas pasen de ser lo que son a ser lo que queremos que sean.
Pero el coaching va más allá, ya que no se limita a decirte lo que tienes que hacer, sino a conseguir que lo descubras por ti mismo. Sería el caso, volviendo al ejemplo de antes, de las campañas publicitarias. Cuando ves un anuncio los actores no te dicen “compra esto”, sino que se utilizan diversas técnicas para que tú te convenzas de que necesitas comprar ese producto o servicio.
Así, para ser un gran experto en coaching es necesario saber escuchar, tener una gran empatía y unas excelentes habilidades comunicativas y saber transmitir las ideas de una forma clara y persuasiva, principalmente.
Y es que ser un gran comunicador y manejar el coaching a la perfección no es fácil. No obstante, cada vez hay más libros y cursos de formación que tratan sobre este tema y que se dedican a convertir a las personas que lo necesitan en expertas en coaching. ¿Te animas?