La mejor decisión en comunicación: aceptar los cambios
Como hemos comentado en otras ocasiones, en los últimos tiempos hemos visto cómo se daban cambios estructurales en el mundo de la comunicación. No sólo se ha acelerado el ritmo al que se comunican las empresas con sus stakeholders. Además, el público de una compañía es capaz de generar respuestas automáticamente en reacción a las acciones que lleva a cabo la empresa.
Todos estos cambios no son más que oportunidades para que las organizaciones se adapten a un público cada vez más cambiante y exigente. Y hoy, aquella empresa que no acepta las nuevas vías de comunicación que se han establecido de manera natural, se puede ver abocada al olvido.
Un ejemplo que nos parece fascinante es el de Twitter, y en general el de Internet. La rapidez con la que los usuarios expresan sus opiniones acerca de la información que reciben permite a las organizaciones conocer en todo momento lo que piensa y necesita su público. En la red de microblogging los mensajes se difunden a una velocidad jamás vista, lo que ha provocado que algunas compañías consideren obsoletos otros medios de comunicación. No afirmamos que sean menos válidos, puesto que la estrategia de comunicación al final siempre dependerá de la actividad de explotación de cada empresa y de los públicos a los que se tenga que dirigir.
Sin embargo, la mejor estrategia a seguir es aceptar que los cambios en el mundo de la comunicación empresarial se han visto acelerados al ritmo que lo ha hecho la tecnología. Es un hecho, por lo tanto se debe convivir con ello. ¿Hay algo mejor para una empresa que el consumidor le pida lo que quiere directamente? Con herramientas de comunicación como Twitter (seguimos con el ejemplo) hacer una investigación de mercado para mejorar el producto es mucho más fácil: simplemente hay que preguntar y las respuestas llegarán rápidamente.