Coworking, una forma de cooperar entre empresas
La base del coworking es compartir. Personas con diferentes perfiles profesionales deciden trabajar juntas en un mismo espacio y repartirse las facturas. Este sistema permite contar con una infraestructura más potente, a un precio más económico y a la vez genera una interrelación de experiencias y conocimientos. Estamos ante una práctica muy extendida en Estados Unidos y que poco a poco está abriéndose paso en Europa.
Ser un pequeño empresario trae consigo muchas angustias y preocupaciones pero al compartirlas se hacen más llevaderas. Además, esta unión de profesionales también puede ayudar a que algunos emprendedores, autónomos o microempresas eviten la temida soledad laboral. Un centro de negocios de este tipo seria Tech Sales Center que ha sabido rentabilizar el espacio y potenciar las sinergias colaborativas.
Trabajar en un centro de estas características puede hacernos más competitivos y nos permitirá disponer de mejores equipamientos sin haber tenido que hacer ninguna inversión previa. Sin duda una estructura más competitiva ayudará a mejorar nuestra productividad.
Competencia no, cooperación sí
El coworking al centrarse en la cooperación y fomentar el tan de moda networking crea espacios abiertos y creativos. Una tendencia que deja de lado la competencia y ayuda a sacar adelante pequeños negocios. La colaboración es una herramienta clave para ser más competitivos.
Si compartes espacio con otros profesionales puedes cerrar tratos o crear proyectos con ellos y así crecer todos juntos. Y si esto pasa ¡comunícalo! Por qué no explotar al máximo el concepto de coworking y compartir una agencia de comunicación que os ayude a ser más visibles, que os elabore y difunda notas de prensa o gestione vuestra presencia en la red. Así os conocerá más gente y nunca se sabe, puede que un cliente que visite el despacho de al lado acabe reclamando tus servicios. Todo es más fácil en equipo.