Las pymes pierden la fobia a las tecnologías y apuestan por la internacionalización

Las pequeñas y medianas empresas siempre han jugado en desventaja pero la proliferación de las nuevas tecnologías las está haciendo más competitivas y capaces de plantar cara a compañías de gran tamaño. Este cambio en el mercado lo ha traducido en cifras la Oxford Economics  que ha presentado un estudio en el que revela que las pymes que hacen negocios en el extranjero se multiplicarán por dos en los próximos años, gracias a que están implantando en su gestión diaria nuevas tecnologías.

 En concreto, las empresas que están empezando a apostar por la tecnología han visto como eso les permitía mejorar su eficiencia y ampliar su campo de acción a otros mercados. Algo que en el caso de España cobra aún mayor importancia dada la actual situación económica.

 Beneficios también en comunicación

 Las ventajas de apostar por la tecnología no se limitan sólo a hacer negocios fuera de nuestras fronteras, también afecta al campo de la comunicación. El mundo 2.0 ha permitido a las pymes llegar a más consumidores,  establecer una relación continuada y fluida con su target objetivo y ganar visibilidad. Todo esto gracias a tener una web, un blog o diferentes perfiles en las redes sociales dónde se encuentran sus clientes.

 Las agencias de comunicación recomiendan a las pymes aprovecharse de las herramientas digitales para acercarse a su consumidor final, descubrir qué quiere y fidelizarlo. La gente quiere saber quién hay detrás de una marca, buscan proximidad y esa cercanía la permite la red. Gracias a internet todos hablamos desde un mismo plano de igualdad que beneficia a las empresas más pequeñas.

 Los expertos en comunicación tienen claro que si las pequeñas y medianas empresas apuestan por la globalización y la tecnología lograrán capear la crisis actual y además se convertirán en las señas de identidad de su éxito.

 Innovar

 La era 2.0 está provocando un efecto democratizador en el tejido empresarial y además juega con la ventaja que no requiere de grandes inversiones o conocimientos tecnológicos. Entre los servicios que más pueden ayudar a las empresas a mejorar su competitividad tenemos los basado en cloud computing y los dispositivos móviles.

 No obstante, existen sectores que son mucho más proclives a lanzarse a la piscina e innovar y otros en los que la penetración de nuevas tecnologías está siendo más lenta. Por ejemplo, en el campo herramientas tecnológicas, mientras que en el terreno de las telecomunicaciones, en el audiovisual o en profesiones de carácter científico crecen a un buen ritmo.

 Lo que sigue siendo imprescindible para todo tipo de compañías es promover una cultura de la innovación. Una iniciativa que los empresarios tienen que motivar de forma interna a través de la formación, sólo así mejorarán la implantación de nuevas estrategias tecnológicas y le sacarán el máximo rendimiento.