¿Ser o no ser una e-commerce?
España se está convirtiendo en una potencia importante dentro del sector del e-commerce. Los últimos estudios dicen que vivimos en el país europeo donde más han crecido las compras a través de móviles. En concreto, se calcula que cerca de catorce millones de españoles utilizaron su smartphone para hacer alguna compra el año pasado, esto significa un 70% más que durante el 2011. Entre los productos más adquiridos encontramos los relacionados con la música, los libros electrónicos o las apps.
Pero la expansión del e-commerce no tiene que significar un peligro para las tiendas físicas. Un negocio no tiene que canibalizar el otro, la calve está en buscar el equilibrio para que se complementen en beneficio mutuo.
Más ventas
Son muchas las empresas que han visto como dar el salto a la red suponía un incremento de su valor de marca, eso sin contar el gran poder de atracción que tienen las tiendas online y que han logrado que muchos establecimientos sumen nuevos clientes. Es más, grandes cadenas como Mango o Zara han asegurado que sus ventas online han logrado incrementar el número de adquisiciones que se hacen a través de sus tiendas físicas. Y esto sucede cuando un usuario opta por recoger o devolver sus pedidos online en los establecimientos tradicionales, ya que se sitúa en el centro de una oferta tentadora y , en muchos casos, acaba picando.
Más información
Una tendencia muy generalizada entre los consumidores online es la de buscar información en internet sobre aquellos productos que les interesan antes de irlos a comprar a una tienda física. Aunque también se da el caso contrario, son muchos los usuarios que primero visitan el establecimiento convencional para tocar, oler y probar un producto y luego, acuden a la red para comprarlo beneficiándose de los descuentos online.
Evidentemente, también encontramos a los que acaban comprando en internet porque no encuentran determinadas marcas en sus lugares de residencia o los que no tienen tiempo para ir tiendas y ven más provechoso visitarlas a golpe de click. Y es que para muchas personas el hecho de que una marca ofrezca la oportunidad de comprar online es un valor añadido.
Más atención al cliente
Disponer de una web también supone abrir un canal de comunicación importante con los consumidores. A través de internet pueden informarse sobre los horarios de apertura o buscar cuál es el establecimiento más cercano a su hogar. Así como estar al corriente de las novedades sin moverse del sofá.
Es importante que las estrategias de marketing que se apliquen vayan tanto en dirección off como online, si ves que el mundo digital aún se te resiste siempre puedes dejarlo en manos de una agencia de comunicación que te ayude a combinar las dos fórmulas de venta para que tu negocio salga beneficiado por partida doble.