En comunicación, no dejes para septiembre lo que puedas hacer hoy
Llega el buen tiempo, los días se alargan más y no podemos evitar tachar los días en el calendario pensando ya en las ansiadas (y merecidas) vacaciones. Esto hace que muchas empresas y emprendedores decidan a «abandonar» algunos de sus planes estratégicos para después de vacaciones y así cogerlos con más fuerzas tras haber cargado las pilas. ¡Error!
En comunicación y marketing, los meses de verano cuentan igual que cualquier otro, incluso pueden darnos mejores resultados porque la gente está más relajada, más receptiva a escuchar nuevas propuestas, a iniciar nuevas acciones que nos saquen de la rutina, etc. En Agenciasdecomunicacion.org siempre tememos estas fechas porque muchas de las empresas que asesoramos nos sueltan un: «¡lo vemos en septiembre!» y nos cuesta mucho hacerles entender que tras agosto llega septiembre y no podemos ponernos a planificar, diseñar o fijar hojas de ruta, cuando es un mes que necesita ejecución.
En septiembre toca ponerse a aplicar estrategias que ya tendremos que haber definido previamente – julio es un mes ideal para eso-, porque si lo dejamos para el regreso de las vacaciones se nos junta la “depre” por haber vuelto con el inicio escolar y acabamos el mes sin haber avanzado, por lo que el toro nos pilla en octubre y empezamos a poner en marcha acciones casi, casi en noviembre. ¿Y qué pasa entonces? Pues que la campaña de Navidad se nos ha echado encima y corremos el riesgo de perderla.
Ya sé, ya sé que asusta un poco pensar en las Navidades cuándo aún no hemos podido tumbarnos al sol pero el tiempo vuela. Lo bueno de trabajar en un mercado tan estacional como el español es que nos permite conocer muy bien el timming y los hábitos de consumo de nuestro target para adaptarnos a él. Así que vamos a aprovecharnos de esto para planificar.
Dejemos de ver los meses de verano como un tiempo perdido y aprovechemos que la intensidad de la carga laboral se reduce para definir nuestras estrategias, hacer balance, renovarnos y arriesgarnos con la organización de nuevas acciones de comunicación y marketing. Piensa que la suerte es un handicap pero no debemos apelar a ella buscando el éxito, porque este sólo llega con tiempo: tiempo para pensar el camino a seguir, para diseñar una hoja de ruta y tiempo para dejar que esos pasos den su fruto.
Es habitual que a los que nos dedicamos a asesorar nos cueste sangre, sudor y lágrimas hacer entender este planteamiento a las empresas y muchas veces es por un tema de agotamiento, quieren vacaciones y no ponerse a pensar en más trabajo, y otras por un tema económico, piensan que si paran de hacer comunicación y marketing en verano son unos meses que se ahorran.
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¿Os contamos un secreto? Justo se produce el efecto contrario. El silencio nunca es beneficioso para una marca, sea nueva o esté consolidada, porque en la Era Digital la competencia es a nivel mundial y el mercado no se para por mucho que llegue el mes de agosto, por lo que si una empresa decide quedarse en el dique seco durante 3 meses, luego le costará mucho más esfuerzo, tiempo y dinero recuperar su posición anterior.
Hay que pensar que como consumidores cada día nos bombardean con nuevas marcas, productos, servicios, etc. Esto hace que sea muy difícil captar la atención del público y más conseguir que nos recuerden. Si durante 3 meses una marca decide no actuar, su target puede olvidarse de ella o pensar que ya no existe, por lo que todos los esfuerzos que haya realizado durante el año para posicionarse pueden caer en saco roto.
Tampoco estamos diciendo que en junio, julio y agosto se tenga que hacer una inversión descomunal, porque hay que ser coherentes con la demanda que recibamos, pero seguir una estrategia de mantenimiento es lo ideal, siempre y cuando nuestro modelo de negocio no viva su temporada alta en verano.
Y por último un consejo que puede parecer muy obvio pero que muchas empresas dudan. ¿Hay que decirles a nuestros clientes que nos vamos de vacaciones? ¿Y si se molestan? ¿y si les perdemos? Lo primero, fuera miedos. Todos merecemos un descanso ¡TODOS! El cliente lo que no quiere es llevarse sorpresas, si se le avisa con tiempo no habrá problemas, es más, seguramente la respuesta que obtendrás será la de: ¡yo también me voy! Así que fuera temores, aprovecha el verano para planificar y…
¡Felices vacaciones!
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