La importancia de la periodicidad en las publicaciones en blogs y redes sociales empresariales
por Redacción
en ADC, Redes sociales
La clave está en la planificación y la estrategia
Es habitual que las empresas se tiren a la piscina en ciertos canales de comunicación online sin mirar si hay agua dentro. Es decir, abren un blog corporativo o perfiles en redes sociales sin haber trazado una estrategia y un plan de publicaciones. Para triunfar con estas herramientas digitales es imprescindible trabajar en base a unos objetivos marcados y con la convicción de que es una inversión económica y de tiempo para el proyecto.
En comunicación, estrategia, calendario y plan de contenidos son los 3 pilares necesarios para optimizar los resultados y trasmitir profesionalidad también a través de la red. Un plan de contenidos está compuesto por la información que la empresa quiere ofrecer a través de un determinado canal de comunicación. Para ponerlo en marcha debemos hacer una selección previa de aquellos temas que nos gustaría tratar tales como informaciones corporativas, de productos o servicios, sectoriales, casos de éxito, etc.
Las ventajas de tener un plan de contenidos son principalmente seis:
- Mejorar la reputación de marca ofreciendo contenidos de valor
- Aumentar el tráfico en dicha plataforma ya sea la web si se trata de un blog o el perfil si hablamos de una red social
- Planificar mejor el trabajo interno
- Recopilar información y/o imágenes necesarias para cada publicación
- Organizar todos los contenidos con un mismo enfoque para alcanzar los objetivos fijados previamente
- Ver y analizar las acciones que mejor han funcionado para volver a repetirlas y así optimizar la herramienta
Para diseñar un plan de contenido que sea exitoso es imprescindible analizar la situación actual de la empresa o proyecto. Será un análisis breve, conciso y que destaque los puntos más relevantes. Es aconsejable enfatizar al menos dos cosas sobre lo que hace la competencia, dos o tres claves sobre lo que buscan los clientes en esa plataforma, dos puntos sobre qué puede hacer tu empresa y con qué herramientas cuenta, dos características del producto o servicio y, por último, el popular DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades).
Una vez contamos con este análisis es el momento de seleccionar los objetivos que se quieren alcanzar. Se debe fijar aquellas metas que se quieran lograr a corto, medio y largo plazo. Lo ideal es definir entre 5 y 10 objetivos e ir modificándolos, añadiendo nuevos o eliminando los que ya no interesen según los resultados que se vayan obteniendo. Estos objetivos deben especificarse de forma exclusiva para cada canal, por ejemplo, conseguir XXX seguidores o aumentar el tráfico hasta YYY visitas diarias. ¡Cuidado! No son objetivos de marketing tales como aumentar las ventas un Z%, sino metas en comunicación estrictamente hablando.
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Cuando tenemos definidos contenidos y objetivos, hay que pasar a la calendarización, es decir, la organización de todos los puntos ya desarrollados por días e incluso por horas, dependiendo del canal. Hay que delimitar la periodicidad de las publicaciones y la distribución de los temas. Es mejor ponernos pocas publicaciones y cumplirlas que ser muy activos pero nada periódicos ya que publicar a destiempo o con contenido de baja calidad perjudica la imagen de toda empresa o marca.
Sin embargo, la comunicación es totalmente flexible y las estrategias o planes siempre están abiertas a cambios. Así se puede y debe ir modificando las estrategias de comunicación según los resultados que se vayan obteniendo con las distintas publicaciones. Es aconsejable eliminar informaciones que no funcionen y añadir otras que tengan mejor acogida, cambiar horas o fechas según la actividad que veamos en el canal y disminuir/aumentar la periodicidad de las publicaciones según la respuesta de los usuarios.