El peso del engagement en comunicación interna (I)

friends-1026524_960_720Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas hoy en día es la falta de compromiso que detectan en sus trabajadores. Los empleados no sienten un vínculo con los valores y objetivos de la compañía y esta tendencia sólo se puede revertir aplicando políticas de comunicación interna.

 

 
Conseguir que los trabajadores aumenten su participación e implicación en la compañía se consigue apostando por la creación de experiencias que les liguen emocionalmente a los objetivos de la organización y refuercen su sentimiento de permanencia en ella. Un engagement que sin duda repercutirá en la productividad del negocio, ya que la felicidad del empleado va ligada proporcionalmente a su implicación laboral.

 

 
Las empresas necesitan hacer un cambio de enfoque organizativo para crear y potenciar emociones que les acerquen a su plantilla de forma continuada y regular. Por ello es imprescindible que pongan en marcha acciones en las que demuestren que se preocupan por sus empleados. ¿Y esto cómo se hace?

 

 
Lo primero es contar con la implicación de la Dirección de la compañía, así como dotar a los mandos intermedios de recursos para que fomenten el trabajo en equipo. Una tarea que debe basarse en reuniones periódicas para fomentar la transmisión de información en ambos sentidos. Unas conversaciones que lograrán crear un ambiente de trabajo más relajado, transparente y reforzarán la conexión entre los miembros del equipo. Además los empleados suelen ser una gran fuente de información sobre los defectos de la compañía, por lo que escucharlos repercutirá favorablemente en la evolución del negocio.

 

 
Este tipo de reuniones no tienen que dejar de lado otros encuentros más habituales como las charlas de evaluación. Para el buen funcionamiento de una comunicación interna es recomendable que al menos una vez al año jefes y trabajadores se encuentren para revisar objetivos, replantear timmings y analizar si las expectativas laborales se están cumpliendo y en caso negativo detectar dónde se haya el fallo.

 

 
La formación es otro punto relevante de un plan de comunicación interna, porque la monotonía es un abismo en el que el empleado no debe caer. Las agencias de comunicación explican que si bien es importante que un trabajador se sienta motivado y valorado, también lo es el que sienta que su esfuerzo aporta algo a la compañía, además de poder disfrutar de un aprendizaje continuado. Se necesitan retos continuos y es la dirección de la firma quién debe proponérselos.

 

 
En este sentido los mandos intermedios juegan un papel crucial, ya que son los responsables de detectar cuáles son los puntos fuertes de su equipo y sus motivaciones personales. Esta información le será muy útil de cara a diseñar un plan de acción en el que se planteen nuevos retos a la plantilla y se la anime a formarse para alcanzarlos.

 

 

 

 

Mañana podréis leer la segunda parte de: El peso del engagement en comunicación interna (I)

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