Las pymes deberían medir la eficacia de su comunicación interna
Cualquier plan estratégico que se ponga en marcha dentro de una compañía debe de ir acompañado de una medición y un análisis de resultados. En el terreno comunicativo y dado su valor intangible, conseguir hacer una buena medición de sus acciones siempre ha sido unos de los quebraderos de cabeza de los profesionales del sector. Sin embargo con la llegada de las nuevas tecnologías han aparecido herramientas que permiten una mayor monitorización y la obtención de los primeros resultados cuantitativos.
Si hablamos de comunicación interna nos encontramos con que las entrevistas o encuestas personales siguen teniendo un peso importante a la hora de buscar respuestas y extraer conclusiones, sin embargo el correo electrónico se está convirtiendo casa vez más en un canal imprescindible para este tipo de tareas, ya que resulta menos intrusivo, más cómodo para el receptor, porque que puede decir contestar en otro momento, y sobre todo menos coercitivo, ya que el no estar cara a cara con el interlocutor se deja espacio a la reflexión y las respuestas suelen ser más sinceras.
Por otro lado, la medición también influye positivamente en la imagen que el trabajador tenga de su empresa, ya que se siente escuchado, valorado y tenido en cuenta para marcar el ritmo futuro de la compañía. Una percepción que sin duda estrecha los lazos entre marcas y empleados.
Evidentemente la repercusión económica que implica aplicar herramientas de medición en las empresas es un valor fundamental para que estas se animen a aplicarlas. Las conclusiones que de ellas se extraen ayudan a hacer más competitiva y productiva a la compañía y en muchos casos detectan fallos que por otros canales no se habrían manifestado con tanta rapidez y a un coste tan pequeño.
Las agencias de comunicación, expertas en este tipo de estrategias, advierten que una de las decisiones más importantes es seleccionar el canal de medición, ya que una mala elección puede crear datos ambiguos o poner en énfasis en aspectos poco relevantes para el funcionamiento del negocio. Incluso aún haciendo una buena elección de los medios nadie puede garantizar que se logre captar la atención de los trabajadores y animarlos a participar. Dicho esto, un mensaje que no llega es inexistente, por lo que las empresas deben esforzarse en elegir los mejores canales con los que llegar al público objetivo en cada momento
La interpretación de los datos debe dejarse siempre en manos de profesionales ya que de ellos dependerá la creación de estrategias futuras que puedan tener mayor o menor impacto en la estructura de la compañía.
En resumen, aplicar la medición a un plan de comunicación interna aporta muchas ventajas a la compañía, por un lado es simple, no suele requerir de una gran inversión, ayuda a fidelizar a los trabajadores y por otro, ofrece datos fiables que ayudan a conocer las fortalezas y debilidades del modelo de negocio.