Cómo evitar los seguros de vida hipotecarios vinculados al banco
En el proceso de firmar una hipoteca todos comenzamos a recibir la “sugerencia” de nuestra entidad financiera para realizar la contratación de un seguro de vida para la protección del préstamo a través de nuestro banco. Estos seguros de vida son pólizas diseñadas para proteger un préstamo hipotecario en el caso de fallecer o sufrir una incapacidad permanente.
Generalmente, estos productos son una garantía habitual que solicitan los bancos a la hora de conceder una hipoteca. Sin embargo, debemos saber que no es obligatorio un seguro de vida al firmar la hipoteca y menos aún que se imponga la contratación exclusivamente a través de la entidad financiera o sus compañías colaboradoras.
“En 2018 se firmarán aproximadamente 350.000 hipotecas, la gran mayoría de estas llevarán ligado un seguro de vida para la hipoteca y tan sólo un 30% serán contratados a través de compañías por canales ajenos a la entidad financiera que concede el préstamo”, explica Víctor Gómez, fundador de Ibervida.
Esta situación implica unos costes excesivos para los clientes, ya que contratar con un banco este tipo de pólizas supone pagar un 48,3% más que si se adquiere a través de una aseguradora tradicional, según concluye el informe elaborado por Global Actuarial e INESE llamado `Estudio comparativo de primas de seguro de vida riesgo 2017’.
Este informe señala que para una persona de 50 años el importe abonado en un seguro de vida para una hipoteca adquirido a través de una entidad bancaria supondría una cuota anual de 1.089 euros de media por póliza contratada; mientras que el mismo seguro de vida con las mismas condiciones en una aseguradora especialista puede costar tan sólo 400 euros, lo que supondría un ahorro del 60% en el importe total abonado.
“De este ejemplo y de los muchos casos reflejados en el informe podemos extraer la conclusión de que las tarifas aplicadas por las entidades bancarias son significativamente superiores en todas las edades y en todos los tramos de capital a las aplicadas por las entidades aseguradoras”, mantiene Víctor Gómez, que añade que “la diferencia entre ambos productos no radica en las coberturas pues estas tienden a ser muy similares, sino que el hecho que de las pólizas en los bancos tengan un precio más elevado responde al suculento negocio que obtienen las entidades financieras y con el que compensan la caída de los tipos de interés y el descenso de ingresos vinculados al negocio hipotecario”.
Es por ello que, desde Ibervida, recomiendan ver los diferentes precios en varias compañías utilizando por ejemplo un comparador de seguros de vida , pudiendo así visualizar los distintos importes en el acto. Además, nos recomiendan tener en cuenta estos aspectos a la hora de contratar este tipo de seguros:
- El seguro de vida puede ser obligatorio solo si así lo dicen las escrituras de nuestra hipoteca, pero en ningún caso, puede ser impuesta y obligatoria la contratación con una compañía o entidad determinada. Esta es una situación que está totalmente prohibida por ley
- Un seguro de vida riesgo es en realidad un producto sencillo, pero es muy importante hacerlo bien, sin ocultar ningún dato en la solicitud que pueda ser relevante para la compañía, ya sea de salud o de la profesión.
- El seguro de vida es un acto de responsabilidad que tenemos hacia nuestros seres queridos. Es por ello que debemos tener muy claro que la figura principal son los beneficiarios.
- Como en la gran mayoría de seguros, en los seguros de vida también existen exclusiones, por lo que debemos prestar mucha atención a las mismas.
- Cada persona que esté interesada en proteger a su familia con un seguro de vida debe pensar sobre la situación personal y familiar antes de tomar esta importante decisión.