¿Cómo funciona el modo invierno en los ventiladores?
Madrid, 16 de noviembre de 2018.- Ha llegado la primera ola de frío y volvemos a interesarnos por la climatización del hogar. Los pocos grados que marcan los termómetros hacen pensar en calefacción, estufas y braseros olvidándonos así de los ventiladores que tanto nos refrescaron durante el verano. Sin embargo, la mayoría de ventiladores de techo ya tienen función invierno. ¿En qué consiste y cómo funcionan?
- Los ventiladores desestratifican el aire caliente acumulado en el techo. Cuando seleccionamos modo invierno, el movimiento de sus aspas se invierte y de esta manera se fuerza la redistribución de aire caliente hacia las zonas bajas de la estancia, ya que de manera natural el aire caliente se acumula en zonas altas, mejorando así la sensación de confort. “Todos hemos escuchado que el calor tiende a subir, se va hacia arriba. De hecho, en estancias con tramos de escaleras o techos a doble altura, es común decir que el calor se va por esa zona más alta. Un ventilador en modo invierno hará que ese calor baje y podamos aprovecharlo para la climatización de la estancia”, explica Antonio Villavieja, Director Técnico de SULION.
- Los ventiladores con motor DC consumen menos energía que los AC, en modo invierno puede reducir el gasto en calefacción hasta un 30%. “Tengamos el ventilador que tengamos reduciremos el gasto en calefacción si usamos su modo invierno, no obstante, si contamos con uno de los nuevos modelos DC el ahorro de energía será mayor y ganaremos también en silencio”, afirma Villavieja.
- Otro punto a favor es el espacio y la seguridad. A diferencia de estufas y radiadores, los ventiladores de techo son un dispositivo que no ocupan espacio hábil y no corremos peligro en caso de dejarlos encendido al irnos a dormir o salir. “Desgraciadamente cada invierno leemos tristes noticias de sucesos con estufas, radiadores, chimeneas… los ventiladores nos ayudan a aclimatar con máxima seguridad incluso si nos olvidamos apagarlos”, asegura el experto de SULION.
Además, los ventiladores ayudan a la circulación de aire y la ventilación de los espacios. El modo invierno evita que el aire se estanque y se creen atmósferas cargadas no muy saludables. La climatización de un espacio depende de muchos factores no únicamente de encender un radiador. Las corrientes, la humedad, el número de personas que están habitualmente en la estancia, etc. influyen a la hora de aclimatar. La media estándar para interiores en los meses de invierno se establece en los 21ºC y para lograrlo lo mejor es encontrar un equilibrio entre una fuente de calor y la distribución del mismo.