De las primeras ventanas a la revolución de los paneles solares como cristales
De la mayoría de los objetos cotidianos que nos rodean y utilizamos a diario desconocemos su origen. A menudo pasamos por alto que sólo desde hace dos décadas no había Internet en nuestros hogares, móviles o tablets… algo que ocurre de una mayor forma con elementos que nos han acompañado toda nuestra vida. Es el caso de la ventana. Están tan presentes en nuestro día a día que pasan inadvertidas.
Estos elementos arquitectónicos forman parte de lo cotidiano, pero la manera en la que hoy día las concebimos son el producto de una larga evolución que se remonta al origen de los primeros asentamientos humanos.
“En sus inicios únicamente suponía un hueco con el fin de evitar la entrada de aire en las estancias y permitir la entrada de luz. Además, de ser una fuente de luz natural, favorecen la ventilación y brindan una adecuada protección contra el frío, el calor o el frío”, explica Juan Almansa, director general de Grupo Almansa, la carpintería de aluminio con más de 40 años e inmersa en un plan de renovación de infraestructuras logísticas.
Muchos han sido los materiales sobre los que las ventanas han tomado forma, pero especial merece el aluminio, un producto usado desde hace muchísimo tiempo y que ha experimentado una evolución singular. “Si nos remontamos a los inicios de la carpintería, las ventanas fabricadas por este material pretendían ser ligeras y prácticas, modernas y funcionales frente a los cerramientos de madera”, señala Almansa. No obstante, conscientes de las escasas prestaciones aislantes de estas ventanas, en el mundo de la carpintería de aluminio se inició un periodo de evolución basado en la investigación y el desarrollo.
“En la década de los 90’ el sector del aluminio avanzó vertiginosamente en el proceso de fabricación plantas de lacado, de perfiles y de modernas instalaciones para el ensamblaje de los componentes, logrando la aparición de unos modernísimos perfiles de aluminio”, apuntan desde Grupo Almansa.
Además, se incorporó un elemento innovador y determinante: la rotura de puente térmico. Éste consiste en la instalación de varillas de poliamida reforzadas con fibra de vidrio para evitar la transmisión de temperatura entre la parte externa de la ventana y la interior, lo que contribuyó a la aparición de un producto completamente renovado y vanguardista en el sector del cerramiento.
De esta forma, en la actualidad la carpintería de aluminio se fabrica con los más altos estándares de calidad, y aplicando la tecnología más avanzada; comprobando el correcto funcionamiento de todas las variedades de series y realizando ensayos de control en cuanto a permeabilidad del aire, estanqueidad al agua y resistencia al viento.
Los últimos avances tecnológicos de las ventanas nos han llevado desde una amplia oferta de materiales como las carpinterías mixtas compuesta por madera y aluminio, hasta una apuesta por la innovación en los cristales, con dos o tres vidrios, diferentes espesores o vidrios que actúan tanto en épocas invernales o veraniegas, pasando por novedosas soluciones como aislamiento acústico, cierre término, seguridad o facilidad para la limpieza.
Un aspecto que destacan desde Grupo Almansa es la implementación de la automatización en su funcionamiento gracias a la domótica. “Cada día es más sencillo poder automatizar nuestro hogar aplicando la domótica a las ventanas y puertas de aluminio. A través de simples sistemas podemos controlar las acciones de nuestra vivienda haciéndola más inteligente y eficiente sin apenas esfuerzo, logrando una mayor eficiencia energética, seguridad y accesibilidad. Hoy por hoy la domótica para puertas y ventanas de aluminio avanza a un ritmo frenético, y cada día nos encontramos con controles más inteligentes y motores más eficientes”, explica Juan Almansa.
En cuanto a la mejora en la estética, las ventanas han experimentado un aumento en la calidad de los acabados, la proliferación de diseños innovadores y la posibilidad de la personalización total a través del color adaptándose a cada espacio. No obstante, diversos profesionales del sector aseguran que no todo acaba aquí y que las ventanas del futuro pasan por incluir medidas que cuiden el medio ambiente como los paneles solares transparentes.