Lectura infantil: “un niño que lee, será un adulto que piensa”
- La voz de la madre puede incentivarles desde el embarazo y leerles cuentos puede ser un hábito para desarrollar sus habilidades sociales
- Las nuevas tecnologías eclipsan a la lectura pero los padres deben incentivar a sus hijos con libros que atraigan su interés
- Para incentivar la lectura infantil, Mumablue crea cuentos donde se puede caracterizar al protagonista para que se parezca físicamente al pequeño lector o lectora
Madrid, 21 de mayo de 2016.- Distintos estudios demuestran que ya desde la gestación los niños están comprometidos con la voz de su madre. Un estudio realizado por la Universidad californiana de Standford y publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, demuestra que la fuerza de las conexiones entre las regiones cerebrales activadas por la voz de mamá predice la capacidad de comunicación social del niño o niña.
Con estos resultados obtenidos tras examinar a 24 niños de entre 7 y 12 años, se hace más importante aún la comunicación entre madres e hijos. Una buena práctica para que interioricen la voz de mamá desde el embarazo es el hábito de leerles. Leer en voz alta cuentos infantiles desde que están en la tripa, cuando son bebé e incluso cuando ya saben leer puede ayudar a desarrollar y a activar las habilidades sociales del pequeño.
“Los niños son auténticas esponjas. Yo recomiendo leerles cuentos desde el embarazo ya que muchos de los procesos sociales, lingüísticos y emocionales los aprendemos al escuchar la voz de nuestra propia madres. El objetivo principal de la lectura es estimular su cerebro. Cuando van creciendo también pueden aprender valores o verse identificados con los personajes. Un niño que lee, será un adulto que piensa”, asegura Cristina Rodríguez, fundadora de Mumablue.
Además, leer cuentos a los más pequeños y a los bebes les ayuda a crear un hábito de lectura y les enseña a amar a los libros. Una costumbre que muchos han perdido debido a la tecnología. Los niños de hoy pasan horas delante de la televisión, la tablet, el móvil o en ordenador que se han convertido en las nuevas niñeras. Además, de lo dañino que puede resultar la exposición prolongada a las pantallas para sus retinas, numerosos estudios ya nos advierten de los daños que provocan, una sobreexposición a la tecnología está asociada con un déficit de atención y de función ejecutiva, retrasos cognitivos, aprendizajes disociado, una mayor impulsividad y una menor capacidad de autocontrol.
De hecho, muchos empresarios de tecnología de Silicon Valley han limitado y limitan el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas. Steve Jobs, fundador de Apple, no dejaba que sus hijos tocaran el iPad; Chris Anderson, de la empresa 3D Robotics, restringe el uso de aparatos electrónicos en casa; y Evan Williams, co-creador de Twitter, ha comprado cientos de libros en papel que puedan interesarle a sus hijos y los han repartido por toda la casa.
“La adicción a las pantallas ya es una enfermedad que están viviendo algunos jóvenes. Los libros pueden ayudarles a despegarse de ellas aunque los niños también tienen que jugar, mover brazo y piernas y ensuciarse un poco. No obstante, si queremos que nuestros hijos sientan interés por la lectura tenemos que incentivarles con libros que le atraigan”, explica Rodríguez.
Y así nació el proyecto Mumablue para incentivar la lectura infantil. ¿Qué niño puede resistirse a leer un cuento en el que él es el protagonista? Ahora Mumablue cuenta con dos libros en los que se puede caracterizar al protagonista con la apariencia física y el nombre del niño o niña al que vaya dirigido.