¿Qué necesitan/demandan los ciudadanos para animarse a usar el autobús como transporte más sostenible que el vehículo privado?
El uso del transporte público disminuye más de un 60% las emisiones de CO2 respecto al del vehículo privado. Los valores de emisiones son de 180 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido en vehículo motorizado privado frente a 90 gramos si se usa un autobús del servicio público de transporte, es decir, el volumen se reduce a la mitad.
Pero el uso del transporte público es directamente proporcional a la calidad del mismo. Los ciudadanos necesitan/demandan una serie de servicios que les animen inviten a elegirlo frente al vehículo privado. Según un estudio de la Universidad de Navarra, tras encuestar a los usuarios se han detectado servicios que proporcionan una mejor experiencia a los usuarios de autobús. La clave está en las paradas de autobús; mientras actualmente son puntos de recogida y descenso de viajeros, los ciudadanos demandan una evolución donde comienza la experiencia del viajero y proporciona distintos servicios. La idea es pasar de una espera estática a una con interacción entre parada y viajero.
Como defiende Ronald Shakespear, quien define su profesión como ‘hacer legible la ciudad’, “los elementos de la ciudad son muchos, y su complejidad se ve potenciada por la diversidad icónica, la arquitectura, la mezcla de culturas, los cambios constantes, y el ruido semiótico en el paisaje. Los intangibles siempre hacen la diferencia”. A lo que añade, “las señales deben ayudar a ordenar el tránsito vehicular y peatonal, pero su contribución mayor es la construcción de la identidad del lugar”.
El usuario demanda un rediseño de las paradas de autobuses teniendo en cuenta sus necesidades y la innovación. El estudio refleja 3 puntos clave: accesibilidad, sostenibilidad y comunicación. La accesibilidad al transporte para todos los viajeros independientemente de sus capacidades técnicas, cognitivas o físicas es un imprescindible para todos los usuarios. La sostenibilidad cada vez es más importante, los ciudadanos demandan diseños que dejen de lado la obsolescencia programada y puedan mantenerse en el tiempo aumentando la eficacia y ahorrando energía y costes. Los usuarios también valoran muy positivamente que la parada ofrezca información en tiempo real que permita organizar los viajes.
El aporte de CO2 del transporte comienza en la parada. Una parada de autobús tradicional que ofrece información en tiempo real vierte al año 1.098,85 kg de CO2. El uso exclusivo de energía solar en las paradas permite ofrecer un servicio completo con un ahorro de 800 kg de emisiones de CO2 al año frente a una convencional.
“Para cubrir aquellas demandas de los ciudadanos como información en tiempo real, es necesario contar con energía en cada parada. Las estaciones solares no emiten ningún tipo de gases durante su funcionamiento y tampoco consumen energía procedente de fuentes contaminantes. Son paradas totalmente sostenibles. Además, son fáciles de instalar puesto que no requieren de ninguna obra civil considerable. Pueden instalarse tanto en núcleos urbanos como en vías interurbanas donde no haya conexiones eléctricas”, explica Nicolás Capablo, CEO de Capmar, empresa especializada en paradas sostenibles con energía solar.
Estas estaciones inteligentes son autónomas respecto a la red eléctrica ya que se abastecen energéticamente mediante una placa solar fotovoltaica con suficiente autonomía y mínimo consumo. Asimismo cuentan con un acumulador de energía que les permite seguir dando servicio durante la noche. Las estaciones solares de Capmar cuentan con información actualizada en tiempo real sobre horarios, incidencias y disponibilidad de los autobuses, cumpliendo con el punto de comunicación que demandan los usuarios. Este sistema de información al viajero funciona mediante conexión GPRS y se compone de tres partes: el software, un servidor de gestión de datos y los paneles de información al usuario.
“Con la mínima infraestructura y coste, se ofrece al viajero información de utilidad en tiempo real. La incorporación de varias tecnologías adaptadas al exterior y que funcionan sólo con energía solar, reduce los costes de instalación en un 80% porque no necesita conectarse a la red eléctrica y hace que sea un elemento de fácil traslado y colocación”, especifica el CEO.
Cada sistema solar de CAPMAR supone un ahorro de 800 kg de emisiones de dióxido de carbono al año frente a una convencional mientras que, para las Paradas Solares Informativas (PSI), el ahorro de emisiones de CO2 es de 4,7 kg al año.
Las paradas solares de Capmar ya están instaladas en decenas de municipios de distintas provincias desde que comenzaron su desarrollo e instalación hace más de 10 años.