Conquistar a los milennials, el objetivo de las marcas
por Redacción
en Estrategias
En la era 2.0 los consumidores han dejado de ser meros receptores de mensajes para convertirse también en emisores -a veces con más tirón que algunas marcas-, algo que preocupa a los anunciantes y que les ha obligado a redefinir sus estrategias de marketing y comunicación. Las empresas tienen ahora como objetivo enamorar a estos nativos digitales en un contexto dónde las recomendaciones de terceros tienen más peso que nunca y las redes sociales influyen de forma decisiva en muchos procesos de compra.
Ante este escenario lo primero es tener claro quiénes son los millennials. Estamos hablando de los jóvenes que llegaron a la edad adulta con el cambio de siglo, que cuentan con una formación académica alta, que vivieron una infancia acomodada y ahora se enfrentan a unas tasas de paro juvenil muy elevadas y a una gran movilidad laboral. Una generación que desconfía de los poderes económicos y políticos, que demanda un cambio y que exigen a las marcas más transparencia, sinceridad y un compromiso social y medioambiental. Unos atributos que las empresas deben demostrar si quieren conquistar el corazón de un millennial, que por otro lado se caracteriza por ser sumamente fiel.
Prescriptores digitales
Este colectivo es muy exigente y defiende la cultura de la inmediatez. Viven conectados las 24 horas del día y sus dispositivos móviles son una extensión más de su cuerpo. Todo esto está obligando a las marcas a reforzar sus servicios de atención al cliente y apostar por las redes sociales como canal para resolver dudas, responder comentarios y solucionar problemas.
En Agenciasdecomunicacion.org vemos como algunas empresas temen este nuevo poder prescriptivo que tiene el consumidor y no ven como una ventaja el poder comunicarse con él, escuchar sus opiniones y testear sus acciones de marketing y comunicación con ellos. No quieren invertir en el terreno digital, pese a ser conscientes que sus potenciales clientes dominan, incluso mejor que ellos, el lenguaje 2.0. Unos miedos que les hacen perder tiempo y dinero y les alegan cada día más de sus objetivos.
Que no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta ya lo dijo Darwin, pero parece que las empresas se olvidan de ello y tienden a acomodarse sobre viajas estrategias unidireccionales y repetitivas que, pese a funcionar en el pasado, ahora no van a obtener el mismo resultado. En este sentido para las pymes es mucho más fácil dar el salto, porque no tiene que mover o cambiar grandes estructuras y es esta oportunidad la que no deben dejar pasar para ganarle terreno a las grandes marcas y llegar al corazón de los millennials.
Además los millennials son mucho más receptivos que sus padres a pagar de forma online, por lo que en unos años podrían ser les responsables de la eclosión del mundo ecommerce. Con ellos empieza una nueva era de consumo y quién quiera vender lo primero que tiene que hacer es saber quiénes son, qué quieren y adaptar sus estrategias a ellos.