Verdades y mentiras del negocio del blog

Cada vez son más las marcas y empresas que buscan y contratan a bloggers para sus campañas de comunicación, marketing y publicidad. Dependiendo del sector, el blog tiene más o menos importancia pero en industrias como la moda y belleza, la tecnología o la cocina han avanzado a pasos agigantados.

Algunos blogueros comenzaron su espacio por hobby y lo convirtieron en negocio, otros se iniciaron ya como empresas y un tercer grupo sigue haciéndolo porque le gusta, sin ningún fin lucrativo. El patrón en todos los casos se repite: hablar de un tema concreto en Internet (moda, tecnología, bebés, comida, viajes…) y complementarlo con un uso frecuente de las redes sociales (SnapChat, Periscope, Instagram, Facebook, Twitter…). Una combinación que es más complicada de lo que aparenta en un primer momento.

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Aunque todos nacen bajo la batuta de una sola persona, un blog profesional suele contar con equipo de al menos dos, aunque otros son hasta cinco. La mayoría son autónomos y como tales buscan recompensar sus esfuerzos y se ven obligados a trabajar cuanto más tiempo mejor (las mínimas bajas y vacaciones imposibles). No obstantes, algunos se han profesionalizado de tal forma que hasta tienen representantes y ahora son un negocio complejo y estresante basado en su persona.

Estos bloggers, hasta hace poquito desconocidos, han pasado a formar parte de una industria que a veces no dominan y, para muchos, la diversión que les aportaba su blog al principio ha dado paso a un negocio que se basa en cobrar por cada producto del que hablan o sale en una de sus fotos. A las marcas les compensa trabajar con ellos porque van directos a su target. Pero como en toda acción de marketing y comunicación, nunca el resultado es el mismo. Hay publicaciones que consiguen agotar el producto patrocinado y otras que no llaman la atención y caen en saco roto.

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Lo que no está claro son las tarifas dentro de estos “nuevos medios”. Mientras hay bloggers que sólo piden que les regalen el producto, hay algunos que trabajan con precios muy altos y por un post patrocinado o que el producto salga en su foto pueden llegar a cobrar hasta 30.000 euros. Esto depende del número de seguidores y si el blog está más o menos profesionalizado. Como en publicidad, los precios deberían ir en función de la capacidad de generar ventas, sin embargo, muchas veces los bloggers no cuentan con estos datos y se centran más en el número de visitas o seguidores que tienen en las redes sociales.

Desde Agenciasdecomunicacion.org hemos visto crecer el número de blogs profesionalizados año tras año. Hasta tal punto que esta profesionalización del blog ha dado lugar a empresas secundarias… por ejemplo, agencias que se centran en la intermediación entre marcas y bloggers para negociar contratos, enviarles productos o invitarles a eventos.

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